Nacida como pingüino, milagrosamente logró convertirse en humana.
El problema es que el Señor de la torre mágica que la crió odiaba a los hombres bestia.
Así que, se escapó de casa porque tenía miedo de que la descubriera como humana…
Aún así….
De alguna manera, su identidad fue descubierta por un autoproclamado amante de los pingüinos.
Suradel, la bestia orca de la familia de las Wayne.
La acarició bruscamente y la observó profundamente.
Y así, pudo ver en sus ojos rojizos el peligro.
«Es increíble.. »
«Tus ojos locos son realmente los hermosos.»
«¿Te importa si toco tus mejillas?
¿Puedes hacerlo?»
Cuando escuchó que quería tocar sus preciosas mejillas, se enojó y lo picoteó con su pico…
Por extraño que pareciera, se encontraba algo abrumado. «Hah, dios mío.»
“¿Acabas de morderme?”
… Creo que fui atrapado por error por un loco… No, por un extraño amante de los pingüinos.
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